Entremeses del fin del mundo
Publicado el 16. dic, 2012 por Cuadrivio en Editorial
En los próximos días, dicen, sucederán cosas terribles: los muertos saldrán de sus tumbas, merodearán por pueblos y ciudades y devorarán nuestros cerebros; un meteorito impactará contra la Tierra y aniquilará cualquier forma de vida; un ejército de naves extraterrestres invadirá Nueva York y luego acabará con la especie humana entera; una profecía maya catalizará catástrofes cósmicas y terrestres que pondrán fin a nuestra civilización; un dios iracundo soltará la correa a cuatro jinetes rabiosos que sembrarán el caos y la desolación por doquier; una humanidad estúpida e insaciable rostizará el planeta con los fuegos de la industria.
El mundo, nuestro mundo, dicen, está a punto de acabarse. Qué mejor razón para dedicar un número de Cuadrivio (tal vez el último) al temido fin del mundo.
Esta edición abre con un ensayo de Camila Paz Paredes sobre el abisal significado del fin del mundo y con un audaz texto de Armando Bartra acerca de los sujetos a los que realmente les importa la hecatombe. Viene tras ellos un grupo de autores que, de la mano de la ciencia, cuestiona los augurios y mitos apocalípticos: Eugenia Gutiérrez revisa las cosmogonías mexicas y mayas para develar las supuestas profecías contenidas en la Piedra del Sol y la Estela C de Quiriguá; Abdiel Ramírez-Torres examina una a una las posibles catástrofes espaciales que podrían pulverizar a la Tierra; Ana De Luca pone en la picota el consenso discursivo en torno al cambio climático, y Antígona Peralta nos dice si es posible trasladarnos a otro planeta antes de que acabemos con el nuestro.
La creación artística y el buen humor sazonan este octavo número. Raquel Castro es perseguida por la sombra de los muertos vivientes en el episodio mil quinientos del ataque de los zombis; Fineas LV y Liliana Martínez afinan sus plumillas y pinceles en dos series de ilustraciones con motivos apocalípticos, y una treintena de invitados nos cuenta, en un mosaico de poemas y párrafos breves, cómo se imagina el fin del mundo.
Para no perder los buenos hábitos, esta edición (y, quizá, esta revista) se despide con lo que ha sido nuestro sello distintivo a lo largo de estos años: un convivio de narradores y poetas de distintas generaciones y puntos de América Latina; traducciones al español de representantes de otras literaturas (Jacques Dupin y Ogden Nash en esta ocasión); conversaciones con escritores destacados (el turno es de Cristina Rivera Garza) y reflexiones sobre asuntos políticos contemporáneos de indiscutible relevancia (el soberanismo catalán y la conferencia Río+20, entre otros).
Crítica, literatura, ciencias y artes: tales son los ingredientes del coctel que hemos preparado para aplacar la ira de los dioses y hacernos merecedores de su perdón. Pero si el apocalipsis sobreviene, que nuestro adiós no sea lúgubre, sino todo lo contrario; y que tú, lector, encuentres tiempo, entre ponches, pavos, roscas y romeros, para disfrutar de este entretenido entremés apocalíptico antes de que desaparezcamos de la faz del universo.
—RAMSÉS LV
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