Tuesday, 8th July 2014

Después de la orgía…

Publicado el 02. sep, 2012 por en Editorial

«Stratificazione», © Brando Torri


No deja de ser revelador que, casi al mismo tiempo, con idéntico telón finisecular de fondo, Francis Fukuyama y Jean Baudrillard formularan un par de diagnósticos por demás controversiales sobre la humanidad y el mundo posteriores al estallido de las grandes utopías modernas: Fukuyama pregonando el fin de la historia, insinuando que todos los proyectos e ideologías habían sucumbido ya ante la cualitativa superioridad del liberalismo (es decir, del liberalismo estadounidense, luego de su definitivo y avasallador «triunfo» sobre el comunismo soviético y la utopía de la sociedad sin clases), y Baudrillard caracterizando el «estado actual de las cosas» como el «posterior a la orgía», esto es, como el momento en que todos los sueños de liberación (política, económica, sexual, estética) habían sido alcanzados y no quedaba otro remedio que fingir, simular que seguíamos «acelerando en el mismo sentido» cuando en realidad acelerábamos «en el vacío».

El diagnóstico de Baudrillard era sin duda el más inquietante: según el panorama descrito por el filósofo francés en las primeras páginas de La transparencia del mal (1990), la época posmoderna era una época de confusión, banalidad e indiferencia. Las «cosas, los signos y las acciones» habían perdido su idea original; las utopías de liberación política, sexual y estética (propiciadas por el marxismo, el psicoanálisis, el feminismo y las vanguardias artísticas, filosóficas y literarias del siglo XX) habían derivado en cosas completamente diferentes a las que se habían propuesto alcanzar en un principio; todo se sexualizaba, se politizaba y se estetizaba, y, por añadidura, todo se confundía, se banalizaba y proliferaba interminablemente, a la manera de un cáncer o un virus. En pocas palabras, después de la orgía, después de que la humanidad se hubo regodeado en sus más altos ideales y luchas liberacionistas, no quedó más que un limbo sin asideros, un páramo donde todo perdía su significado y los referentes objetivos se diluían; una época sin motivaciones auténticas, el abismo de la simulación.

En la presente edición de Cuadrivio queremos discutir precisamente esta oscura diagnosis baudrillardiana. ¿Es verdad que hemos perdido todo referente? ¿Alcanzamos efectivamente la liberación en los ámbitos principales de la modernidad? ¿Vivimos en el nihilismo baudrillardiano o, por el contrario, el vacío postorgiástico es una mera –y grandilocuente– provocación teórica y filosófica?

Raúl Bravo Aduna abre este número enfrentándonos a la «tolvanera de designificación» planteada por Baudrillard; Nerea Barón, en un acto contorsión lírica, nos arroja al precipicio del sinsentido posmoderno y Robert Pepperell nos dice en dónde estamos (y hacia dónde no vamos) en su «Manifiesto posthumanista». Fabrizzio Guerrero, adentrándonos ya en la crítica de algunos de los temas centrales de nuestro tiempo, pone en la picota el multiculturalismo, la alteridad y el democratismo, tan caros a la corrección política de hoy día; Alan Kirby discurre sobre la supuesta muerte de la posmodernidad y propone un nuevo concepto para interpretar los rasgos fundamentales de la cultura contemporánea; Jorge Quesada, en la que quizá sea la reflexión más arriesgada de este dossier, nos dice por qué, en una era «neopagana» como la nuestra, dios y el cristianismo son el mejor y más sólido referente, y Lyana Francot y Ubaldus de Vries analizan el acuciante problema de la desigualdad entre las naciones preguntándose si realmente la posmodernidad supuso una ruptura tajante con la modernidad.

Polemizan directamente con Baudrillard Fernando Elizondo y Helena López, el primero cuestionando al filósofo francés a partir de la lucha actual por el respeto a los derechos humanos y la segunda objetando la validez de la noción de simulación a la luz del concretísimo (y doloroso) caso de los feminicidios en Ciudad Juárez. Finalmente, colocándose en los extremos más insospechados del mundo postorgiástico, Emilia Bautista explora los dilemas del amor frente a la trivialización de los afectos y Leonard H. Waldman contrasta –no sin cierta nostalgia– la vieja orgía deportiva del buen futbol con la tendencia actual a calcular en la cancha y favorecer los negocios por encima del espectáculo futbolístico.

Nuestra intención es, pues, dialogar, incitar al debate, poner en duda el desesperanzador cuadro trazado por Baudrillard a finales del siglo pasado, y para ello hemos reunido y contrapuestos diferentes puntos de vista en aras de rebasar el terreno estrictamente filosófico y concentrar la discusión en torno a varias de las cuestiones más urgentes y polémicas de la actualidad. En el fondo, lo que hacemos es cuestionarnos a nosotros mismos como individuos y sujetos sociales, dudar de la validez de lo que hacemos, preguntarnos en dónde estamos y hacia dónde nos dirigimos –algo que, por lo demás, el ser humano siempre ha hecho, con o sin modernidades y posmodernidades de por medio.

México después de la orgía «democrática»

Hace unos meses México vivió uno más de sus imperfectos y decepcionantes procesos electorales, una «orgía democrática» que al final resultó ser una simple –y burda– simulación, no por haber alcanzado antes el ideal de la liberación política, sino simple y sencillamente porque ésta no ha llegado y año tras año es postergada por los peores hábitos de la clase política mexicana y, sí, por la inmadurez de la sociedad civil. En Cuadrivio no podíamos dejar pasar la oportunidad de hacer un balance del proceso electoral de 2012, y por eso ofrecemos también un análisis sobre los múltiples factores que explican la victoria de Enrique Peña Nieto; una ponderación de los triunfos políticos y electorales del Movimiento Progresista (pese a la derrota de Andrés Manuel López Obrador); dos críticas divergentes –pero, en algunos puntos, asombrosamente coincidentes– del movimiento #YoSoy132 y un recuento de la aparentemente interminable transición democrática en México y de los saldos que ha dejado en el camino.

—RAMSÉS  LV (@RamsesLV)

 

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