Categoría: Número 14

Academia, ¿para qué?

¿Para qué las ciencias sociales y las humanidades? ¿Vale la pena cultivarlas y mantenerlas? Estas interrogantes guían la presente edición.

La supervivencia de las humanidades fuera de la academia

Davo Valdés reflexiona sobre las posibilidades de supervivencia de las humanidades, en vista de su creciente agonía tras los muros de las academias y las universidades.

Jardín lingüístico

¿Qué papel juega la Academia de la Lengua en la vida de nuestros sistemas lingüísticos? Por Abril Torres.

La universidad melancólica

Ante las muertes y desapariciones de normalistas de Ayotzinapa, ¿de qué nos sirven las ciencias humanas, si nuestras sociedades son víctimas del horror?

Academia en carne propia

Tres testimonios de académicos sobre los problemas estructurales de la academia y sus absurdos

La evaluación académica

A todo académico le llega el momento, burocrático y lleno de intereses extraoficiales, de ser evaluado. La filósofa Paulina Rivero Weber comparte su experiencia y reflexiones sobre los criterios y procedimientos de evaluación que hacen poca justicia al trabajo académico.

Vagando por el jardín de Academo

En este divertido ensayo, Armando Bartra reúne a pensadores irreverentes, metáforas y animales para hablar del espíritu académico y sus hipertrofias fundacionales.

Querida academia abismal

Un selecto grupo de estudiosos es entrevistado sobre su ambigua relación con la academia de las ciencias sociales y las humanidades.

¿Qué estudian los políticos para ser políticos?

Héctor Herrera presenta los resultados de una investigación sobre el origen educativo de figuras de alto renombre en la política nacional e internacional

Mi (im)postura

¿Puede haber un diálogo entre las ciencias naturales y las humanidades que vaya más allá de las metáforas y las llamadas «imposturas» intelectuales? En este audaz ensayo, que compara la heterotrofía vegetal con el sistema depredador de nuestras sociedades, Fabrizzio Guerrero evidencia el carácter elitista de las academias científicas y lo estéril del divorcio entre las ciencias naturales y las ciencias sociales y humanidades.