Friday, 6th September 2013

El ciberperiodismo hispano en perspectiva

Publicado el 21. abr, 2013 por en Dossier

globe

Próximos a cumplir quince años de la era cibernética de la prensa, una pregunta surge en la mente de todos aquellos que son parte de esta labor informativa, ¿la cibernética y la era digital representan la transformación de fondo en las labores  periodísticas o son una simple adaptación formal más? Víctor Adrián Espinosa reflexiona a propósito del caso particular hispano; a través de un minucioso recuento de distintas etapas que ha a travesado esta labor informativa, se tienen argumentos para responder de manera dual a la pregunta planteada.

Víctor Adrián Espinosa

 

En 2015 se cumplirán 20 años desde que los primeros medios hicieron su aparición en el ciberespacio iberoamericano, dos décadas que han supuesto una de las mayores sacudidas experimentadas por la prensa en toda su historia.

A lo largo de las siguientes líneas haremos un balance para discernir qué tendencias, metodologías y temas se han establecido en los últimos años para analizar el ciberperiodismo, además de identificar y definir esos conceptos que hacen del discurso periodístico digital un objeto de estudio diferente a otras manifestaciones periodísticas.

 

Nociones para entenderlo

El ciberperiodismo ha llegado a trastocar las más esenciales características de la profesión periodística, lo que se traduce en nuevas exigencias para los periodistas, quienes deben trabajar en publicaciones convergentes capaces de informar a los lectores tanto a través del texto como por medio de una multitud de medios auxiliares como el audio, la imagen o el video, y quienes incluso deben interactuar con los lectores.

La utilización de estas herramientas informativas es una de las grandes ventajas de los cibermedios sobre los medios tradicionales ‒prensa, radio y televisión‒ porque le permiten al periodista proporcionar al lector un análisis más detallado para que éste por sí mismo interprete la realidad social.

Los estudiosos que se han aproximado a esta nueva modalidad periodística la han nombrado periodismo online, digital, en red, multimedia o electrónico, pero nosotros nos hemos decantado por la denominación «ciberperiodismo», ya que goza de un mayor respaldo en el ámbito académico.

El concepto de «ciberperiodismo» fue postulado por teóricos españoles entre los que destacan Javier Díaz Noci y Ramón Salaverría; este último apoya la nueva denominación porque recoge el espíritu del nuevo medio, y la define como «la especialidad del periodismo que emplea el ciberespacio para investigar, producir y, sobre todo, difundir contenidos periodísticos».[1]

Es así que definimos al cibermedio como un soporte de publicaciones convergentes capaces de informar al lector en diferentes lenguajes multimedia ‒audio, imagen o video‒ y que nos permite conocer la reacción inmediata del lector, lo cual proporciona mayores medios de contextualización y análisis en la cobertura de la realidad.

 

Generaciones del ciberperiodismo

Desde finales de los años noventa, el ciberperiodismo ha presentado un desarrollo a través del tiempo que según muchos autores ha dado lugar a diferentes generaciones o etapas en la evolución de los medios informáticos.

Nos inclinamos por la propuesta de los españoles David Caldevilla y Cristina González en «La narrativa en el periodismo binario»[2] y la del colombiano Mario Morales en «Tendencias y debates actuales en el periodismo digital»,[3] quienes dividen el desarrollo de este tipo de periodismo en tres generaciones:

1. Periodismo 1.0 o de primera generación. Cuando los medios impresos,[4] al acceder al soporte digital, vuelcan de manera literal lo publicado en el papel

2. Periodismo 2.0 o de segunda generación. Los diarios digitales desarrollan nuevos tipos de narrativa, aún dependientes del soporte papel y del discurso digital analógico

3. Periodismo 3.0 o de tercera generación. Aquí, los cibermedios alcanzan autonomía respecto a las versiones impresas. Surgen iniciativas empresariales y editoriales para crear contenidos y narrativas acordes con las características de internet.

Lejos de esta última fase, coincidimos con muchos autores latinoamericanos, como la ecuatoriana Diana Rivera[5] o los mexicanos Mirna Santoyo y Raúl Camacho, en que una gran parte de los diarios digitales en Latinoamérica aún se ubican en la fase 1.0, ya que poseen características propias de medios tradicionales, sin pretender un aprovechamiento de los recursos que caracterizan al cibermedio. Hay que decir que en el 61 % de los diarios digitales de Latinoamérica la mayoría del contenido es el mismo de su edición impresa; sólo en el 27 % de ellos, la mayor parte del contenido es realizado ex profeso. Todo esto de acuerdo con un estudio realizado por El Tiempo,[6] diario digital de Colombia. Falta de recursos económicos y de capital humano, además de poco o nulo conocimiento en el área son algunas de las causantes.

 

Características del lenguaje ciberperiodístico

Para informar sobre el acontecer social, los cibermedios hacen uso de un lenguaje propio, cada vez más definido. La configuración de este ciberlenguaje «pasa por incorporar, sobre todo, tres novedosos ingredientes para el ciberperiodismo: la hipertextualidad, la interactividad y la multimedialidad»,[7] hasta ahora no presentes en las informaciones difundidas por los medios tradicionales como radio, periódico y televisión.

A continuación, ahondaremos en estas características del lenguaje en los cibermedios:

 

a) Hipertextualidad

Los cibermedios obligan a los periodistas a producir información bajo características como la hipertextualidad, quizá la que cobra mayor importancia entre la comunidad académica especializada debido a los grados de profundidad que permite crear en los cibertextos, comúnmente de breve extensión.

Antonio Hidalgo explica[8] que la importancia de la hipertextualidad recae en la posibilidad que ofrece a los periodistas de enlazar sus textos con otros materiales (textuales o no) que les sean complementarios. Hay que puntualizar que esta función les permite a los cibermedios emular el pensamiento humano, que opera por asociaciones cuando relaciona un dato en específico con otro del pasado o con ciertos supuestos.[9]

Si bien dotar al cibertexto de información complementaria es uno de los beneficios de esta característica, también lo es la entrega, por primera vez, del control sobre el relato a los lectores, condición que posiciona al hipertexto ‒serie de hipervínculos o enlaces‒ y, en general, a la hipertextualidad como la principal cualidad del ciberperiodismo.

Este control sobre el relato otorga a los usuarios innumerables posibilidades para realizar la lectura, pues pueden leer el texto de forma pausada y detenerse en las ligas que, guiados por sus intereses, los trasladen hacia otros contenidos que haya registrado el periodista.

 

b) Interactividad

Una de las principales características de los cibermedios es la desaparición de la frontera entre periodistas y audiencias pasivas, dando como resultado un lector interactivo que puede corregir o sumar datos a la información, incluso buscar una retroalimentación con el autor de la nota. Nos referimos con todo ello a lo que conforma la interactividad, uno de los conceptos que más divergencias han provocado entre los especialistas. Algunas de sus muchas definiciones han sido recogidas por distintos teóricos españoles, como Díaz Noci en La interactividad y el periodismo on-line: una aproximación teórica al estado de la cuestión.[10]

Esta participación activa del ciberusuario en el periodismo digital ha dado origen a un texto interactivo (compuesto de la información principal y materiales complementarios enlazados mediante links) en el que el lector puede decidir sobre la forma y el tiempo en que consume todos los materiales puestos a su disposición por el autor.

El relato en los cibermedios se crea en conjunto, tanto por lo dispuesto por el autor a través del sistema como por las intervenciones del lector. El inicio y el final de las historias dependen ahora de las preferencias del lector, quien toma el mando de su experiencia informativa y decide el itinerario mediante el cual consume la información.

A partir de este concepto, surge una narrativa interactiva que se apoya en los enlaces o links, que sirven como hitos o puntos de inflexión en la travesía informática del lector. Así lo considera Díaz Noci, quien señala que la narrativa en el periodismo digital precisa de entornos colaborativos ‒interfaces‒[11] entre sistemas y usuarios para ser finalmente materializada.

 

c) Multimedialidad

Frente a la hipertextualidad o la interactividad, la multimedialidad es quizá la característica menos analizada por los estudiosos de este campo y los periodistas, debido a que exige la realización de una convergencia de materiales informativos en una misma unidad discursiva. Los materiales a los que nos referimos son las imágenes, fijas o en movimiento, los dispositivos de audio, las infografías y los programas ejecutables, como Java o Flash.

Estos diversos materiales operando en conjunto integran las llamadas producciones multimedia, en las que dichos materiales pueden colocarse yuxtapuestos o por medio de una verdadera integración de medios en el marco del encuadre rectangular: la pantalla.

La comunidad estudiosa en el tema explica que no hay que confundir la multimedialidad con un collage formado por diferentes tipos de medios, el llamado manymedia,[12] sino que se debe entender como una integración donde los elementos son parte de una totalidad armónica.

A esta integración Sergio Goldenberg la llama «orquestación multimedial», término que surge de una analogía con las orquestas sinfónicas, en las que, según explica el autor, los instrumentos tienen un papel diferente y no tocan al mismo tiempo, pero cada uno es parte de un todo armónico.

Con esta nueva integración de los elementos, el ciberperiodista consigue la creación de documentos multimedia, los cuales «deben aglutinar diseño, imagen estética del producto y lógica estructural de la presentación de los diferentes nodos que conforman el material a difundir y las distintas modalidades expresivas».[13]

 

El ciberperiodismo en Iberoamérica

El nacimiento de los primeros medios en el ciberespacio iberoamericano se dio hace 20 años. Lo que vemos ahora es un escenario donde la gran mayoría de los diarios digitales de la región, que surgieron de una versión impresa, han alcanzado una mediana o completa autonomía.

Hay que destacar que, en la medida en que la brecha digital en Latinoamérica ha disminuido,[14] la comunidad de cibernautas latinos ha llegado a superar ya los 231 millones de usuarios, según datos hasta 2011.[15] Si sumamos esta cifra a los más de 32 millones en España,[16] da como resultado un aproximado de 263 millones de personas conectadas a la red en Iberoamérica. Comprobamos esta información al realizar un estudio sobre los diarios digitales más leídos en Chile, Argentina, España, México, Colombia, Venezuela y Brasil, los países de mayor crecimiento en periodismo digital y con más penetración de internet en los últimos años en Iberoamérica.[17]

A continuación mostramos la posición de estos cibermedios dentro del ranking mundial de páginas web, con el fin de conocer cuáles son los más leídos dentro de la región y el mundo:

Los cibermedios iberoamericanos

más leídos en el mundo

número

cibermedio

país

posición en el ranking mundial

1

El Globo

Brasil

102

2

Marca

España

333

3

El País

España

371

4

El Mundo

España

398

5

El Universal

México

844

6

El Clarín

Argentina

1 065

7

La Nación

Argentina

1 127

8

Noticias 24

Venezuela

1 559

9

Olé

Argentina

1 593

10

El Tiempo

Colombia

1 738

11

La Patilla

Venezuela

2 155

12

El Mercurio

Chile

2  646

13

El Universal

Venezuela

2 664

14

Las Últimas Noticias

Chile

2 708

15

El Espectador

Colombia

2 950

16

La Tercera

Chile

3 960

Datos de Alexa, una compañía internacional de análisis de tráfico en internet, también revelan que el buscador Google más las redes sociales Facebook, Twitter y Youtube son los cuatro sitios más visitos en cada uno de estos países.

Los lectores extranjeros que más leen los diarios digitales antes mencionados provienen en su mayoría de los países latinoamericanos, encabezados por México, Argentina y España. A pesar de no compartir el idioma, lectores de Estados Unidos y Portugal también visitan estos portales de noticias.

 

En 2033, extinción de los periódicos mexicanos

Hay que destacar que los anteriores resultados aún no se traducen en una disminución drástica en el tiraje de las versiones impresas. La Asociación Mundial de Periódicos (AWN, en sus siglas en inglés) reportó a través de su informe Tendencias mundiales de prensa, publicado en 2011, que la distribución de prensa diaria a nivel mundial llegó a 540 millones de copias, pero ha disminuido en un 3. 9 por ciento en los últimos cuatro años. Al igual que Asia, Latinoamérica mostró un avance positivo, sin embargo, Europa y América del Norte mostraron un retroceso luego de registrar caídas en sus circulaciones de hasta un 30 por ciento.

Ross Dawson, a través de la empresa australiana Future Exploration Network, llevó a cabo en 2010 la investigación Newspaper extinction timeline[18] para estimar el año en que los diarios impresos en el mundo serán rebasados por los cibermedios. Los factores que desatarán este evento, prevé el investigador, son el desarrollo de las industrias cibermediáticas, el incremento en el número de internautas, cambios en la conducta de los lectores y la disminución en la brecha digital de cada país.

Los medios impresos de Estados Unidos serán los primeros en el mundo en verse afectados, a partir del 2017. Dentro de Iberoamérica, España será el primer país en sufrir los efectos de esta crisis, en 2024. Le siguen Brasil, en 2027, y México, en 2033. Los medios impresos que se verán más afectados serán los ubicados en sus áreas metropolitanas. El efecto dominó continuará en Uruguay y Chile para el 2035. Cuatro años después, llegará a Argentina. El resto de los países en Latinoamérica se verán afectados después del 2040.

 

Conclusiones

Esta nueva forma de ejercer el periodismo carece de teoría y manuales actualizados con las últimas innovaciones tecnológicas y lingüísticas. Pese a ello, los lectores demandan un nuevo perfil de los periodistas, que se adapte mejor a las particularidades de su medio de trabajo, internet, y que les permita moverse con rapidez entre la información a cubrir. Los ciberperiodistas deben poseer la capacidad de decidir a contrarreloj, experiencia en trabajo en grupo, capacidad de interpretación y destreza para relacionar los hechos con eventos similares que involucren la misma lógica, y, por supuesto, deben utilizar con familiaridad herramientas tecnológicas, bases de datos, archivos informativos, buscadores e interfaces de toda índole.

La irrupción de la red y la obligada readaptación de los medios de comunicación tradicionales a este nuevo entorno están exigiendo un esfuerzo mayor tanto a profesionales como a teóricos de la materia para adecuar los mensajes a los nuevos canales de transmisión y repensar la estructura de las unidades textuales informativas.

Estamos aún frente a un universo hispano de medios pioneros, algunos sólo con versiones digitales y otros que se arriesgan en su paso del impreso a internet. Estos equipos periodísticos elaboran sus propios instrumentos y lo que hoy son sus compilados de reglas a seguir, que son más bien la suma de las prácticas que ya aplican.

Nos alienta saber que el oficio está cambiando para enfrentar este escenario y esperamos con nuestro trabajo contribuir a esta labor. Internet ha marcado el nacimiento de una nueva etapa en la historia de la comunicación y consideramos que el análisis de sus avances estimula a la comunidad académica a edificar el periodismo digital del futuro.


NOTAS

[1] Ramón Salaverría, Redacción periodística en Internet, p. 21.

[2] Apoyados en los estudios previos de John V. Pavlik, Marcos Palacios, Luciana Mielniczuck y Alfonso Silva Jr., David Caldevilla y Cristina González hacen mención de estas tres generaciones en «La narrativa en el periodismo binario», ponencia presentada durante el XI Congreso de Periodismo Digital de Huesca (España), 2010, p. 3.

[3] Mario Morales, «Tendencias y debates actuales en el periodismo digital», en Signo y Pensamiento, vol. XXIV, núm. 47, julio-diciembre de 2005, p. 92.

[4] Nos referimos sólo a los medios impresos porque la televisión y la radio aún carecen de una presencia tan activa en internet como los primeros.

[5] Diana Rivera, «Evolución del ciberperiodismo en Ecuador a través de los periódicos de Loja», en Razón y Palabra, p. 15.

[6] El Tiempo, el Grupo de Diarios de América y la Fundación para el Nuevo Periodismo Iberoamericano realizaron una encuesta vía telefónica en la redacción de los principales diarios digitales de 18 países de Latinoamérica. Véase en: http://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-3484752.

[7] Ramón Salaverría, «Diseñando el lenguaje para el ciberperiodismo», en Chasqui. Revista Latinoamericana de Comunicación, pp. 38-45.

[8] Antonio López Hidalgo, «Los géneros periodísticos en la red: una clasificación posible para un medio en evolución», en Estudios de Periodismo, p. 2.

[9] Véase Antonio López Hidalgo, op. cit., p. 2 y Marina Vianello Osti, El hipertexto entre la utopía y la aplicación: identidad, problemática y tendencias de la Web, p. 327.

[10] Véase la propuesta metodológica presentada por Díaz Noci sobre la participación de la interactividad dentro del ciberperiodismo. En: http://www.faculdadesocial.edu.br/dialogospossiveis/artigos/9/1dp_javier.pdf.

[11] La interface o interfaz es definida como una zona de contacto, una conexión entre dos componentes de hardware, entre dos aplicaciones o entre un usuario y una aplicación. En Rafael Fernández Calvo, Glosario básico inglés-español para usuarios de Internet. En: www.ati.es/novatica/glointv2.html.

[12] Término acuñado por la académica María José Pérez Luque, quien fuera directora del Laboratorio de Comunicación Multimedia de la Universidad de Navarra, localizado en la ciudad de Navarra, España.

[13] Francisco Campos, Gestión de Nuevas Empresas, p. 148.

[14] Entendemos «brecha digital» como la desigualdad que existe en una sociedad en el acceso a todo tipo de tecnologías, principalmente internet.

[15] Estadísticas globales de Internet 2012. En: http://www.internetworldstats.com/america.htm.

[16] Mediascope Europe, Estudio sobre el consumo de Internet en Europa 2012. En: http://www.iabeurope.eu/research/mediascope-europe.aspx.

[17] Rescatamos los resultados de los estudios hechos por la Asociación Mexicana de Internet (AMIPCI), la empresa de análisis de mercado Tendencias Digitales y Alexa, compañía internacional de análisis de tráfico en internet, hasta diciembre de 2012.

[18] Future Exploration Network, «Newspaper extinction timeline». En: http://www.futureexploration.net/Newspaper_Extinction_Timeline.pdf.

 

 

 

_________________

Víctor Adrián Espinosa Méndez. Coeditor de redes sociales del Diario 24 Horas e investigador del desarrollo del ciberperiodismo en Latinoamérica desde 2006. Contacto: aempok@hotmail.com

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