El primer monstruo

Eduardo Cerdán escribe sobre «La Giganta», última publicación de la escritora tamaulipeca Patricia Laurent Kullick.

Eduardo Cerdán

 

Patricia Laurent Kullick tiene ya una bien afianzada trayectoria que ha merecido el aplauso de la crítica y el de sus lectores. Su obra, contenida y cautelosa, es muy distinta de lo que a grandes rasgos se pinta como la actual narrativa mexicana, imbuida en la preocupación tanto por el presente como por el pasado inmediato, y que comienza a fatigar un mismo y chocante tratamiento de la violencia: tema que no es ajeno a Laurent Kullick, quien ha decidido abordarlo desde un sitio diferente que le permite ahondar en los vericuetos del inconsciente. Surrealismo, terror, ciencia ficción, las etiquetas se resignifican y se trastocan en sus relatos. Aunque su primera novela, El camino de Santiago, no ha recibido los enormes reflectores que debería, se trata de un viraje importante en nuestras letras que con el tiempo habrá de reconocerse. Su libro más reciente es La Giganta (Tusquets, 2015), una inquietante nouvelle que pone el lente sobre una familia disfuncional constituida por diez hijos, una madre alcohólica (la Giganta) y un padre ausente.

Parece inevitable que una realidad nacional como la nuestra azuce a los escritores para que se acerquen a las zonas agudamente incómodas del entramado social, lo cual habla menos de modas que del así llamado Zeitgeist, y aunque se contoneen varios, mujeres y hombres, ufanándose de ser escritores harto oscuros-iconoclastas-trasgresores, son de veras pocos los que saben partir de ahí para hacer un buen trabajo. Patricia Laurent Kullick pertenece a estos últimos.

La voz que la tamaulipeca (regia por avecindad) eligió para su historia es, acaso debido al riesgo creativo que implica, un acierto en la novela: una primera persona, la sexta hija, interpela a la Giganta. La narración, además de tener momentos poéticos permitidos por el registro coloquial –cosa aparentemente paradójica–, muta a lo largo de la novela. Al principio se trata de la hija adulta escarbando en la memoria; después parece que ha vuelto a ser niña y además adquiere un carácter omnisciente que cuenta los avatares de la vida de sus hermanos, su padre y la Giganta. Mediante la figura extranjera de Etienne, el padre, Patricia Laurent Kullick representa la impotencia provocada por vivir en un «estado mental»: México. En 25 breves capítulos, la novela aborda temas como la pederastia, la miseria, el suicidio y el asesinato (porque la Giganta –lo sabemos desde el inicio– quiere matar a sus hijos, como la Llorona, y suicidarse), el abandono, la infancia rota y los sueños quebrados.

La Giganta resulta ansiógena no solo por su trama, también por su forma. La autora se toma muchas licencias a la hora de escribir largas frases con un montón de comas que a ratos me ocasionaban tics nerviosos. Esto no demerita su prosa; al contrario: contribuye al pacto de verosimilitud y al acierto estilístico. Como la voz que narra la mayor parte de la novela es infantil, ha de guardar en sí misma algo de desastre. La virtud de Laurent Kullick es lograr que, dentro de ese caos, su novela cobre lógica propia con un discurso narrativo coherente y bien urdido. Esta es una novela sobre la madre que se aleja de la figuración sacralizada que impera en el imaginario mexicano: transgrede el modelo de la «madre buena» presentando a una agonista llena de contradicciones, que disfruta libremente su sexualidad, que es negligente con sus hijos y que vive todo el tiempo al borde de la desdicha.

Patricia Laurent Kullick sabe muy bien que en los secretos de las familias disfuncionales e infelices está la materia prima de grandes relatos. La Giganta es un lamento largo y cruel resuelto con visos de bien dosificada ternura. Un canto lastimero al primer y gran monstruo de todos: la familia.

 

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Eduardo Cerdán (Xalapa, 1995), narrador y ensayista, es profesor adjunto en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Fue becario de verano en la Fundación para las Letras Mexicanas, ha sido premiado en concursos nacionales de cuento y ha colaborado en publicaciones periódicas como la Revista de la Universidad de México, La Jornada Semanal, Confabulario de El Universal, Letras Libres, Literal, Latin American Voices, Punto de Partida, Crítica y La Palabra y el Hombre. Ha participado en libros colectivos de cuentos mexicanos y latinoamericanos (UV, BUAP, UAM-X y Ediciones Cal y Arena), así como de ensayos sobre literatura hispánica (Sussex Press). Colabora en el Grupo Planeta México y edita la sección de narrativa en Cuadrivio. Textos suyos se han traducido al inglés y al francés. Twitter: @Eduardo_Cerdán.

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Posted by Eduardo Cerdán

Narrador y ensayista xalapeño, es profesor adjunto en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Colabora en publicaciones periódicas como Confabulario de El Universal, La Jornada Semanal, Letras Libres, Literal, Crítica y La Palabra y el Hombre, entre otras. Textos suyos aparecen en antologías de cuentos mexicanos e hispanoamericanos (UV, UAM-X, BUAP y Ediciones Cal y Arena), así como de ensayos sobre literatura hispánica (Sussex Press). Es editor de narrativa en la revista Cuadrivio y colabora con el Grupo Planeta México. Ha sido traducido al inglés y al francés. Twitter: @Eduardo_Cerdan